Hasta siempre, María
11/10/2013La Asociación Cultural Paco Abadal se suma a las muestras de condolencia que ha provocado el fallecimiento de María de Villota.
Si hace escasas fechas lamentábamos la pérdida de nuestro compañero Manuel Doménech, hoy nos sumamos a las numerosas muestras de condolencia que ha provocado la desaparición de María de Villota, cuyo cuerpo era encontrado sin vida, la mañana de este viernes 11 de octubre, en un hotel de Sevilla.
Hace justo un año, la hija del ex piloto de Fórmula 1 Emilio de Villota reaparecía ante los medios de comunicación después del grave accidente sufrido en un aeródromo británico, mientras probaba un monoplaza de la escudería Marussia, que a punto estuvo de costarle la vida.
A pesar de la pérdida de su ojo derecho, María afrontó su nueva situación con ilusión y optimismo, una experiencia vital que llevó a la madrileña a escribir el libro La vida es un milagro. Un legado que, al igual que el de pilotos como Isidre Esteve, nos demuestran que, ante cualquier adversidad, por dura que ésta sea, es posible salir adelante si existe voluntad y afán de superación.
Muchas han sido las reacciones que han salido a la luz tras conocerse la trágica noticia. Por la relevancia de su procedencia, reproducimos la nota que ha hecho pública su familia: “Queridos amigos: María se nos ha ido. Tenía que ir al cielo como todos los ángeles. Damos gracias a Dios por el año y medio de más que la dejó entre nosotros”.
La Asociación Cultural Paco Abadal lamenta el vacío que deja una mujer tan positiva como María, que, a buen seguro, habrá sido recibida bajo palio en las alturas por ases de las cuatro ruedas como nuestro Paco Abadal, Juan Manuel Fangio, Jim Clark o Gilles Villeneuve. Descanse en paz.